viernes, 22 de octubre de 2010

EL RETORNO

Sé que la verdad
está oculta
temerosa
entre los confines de los pliegues del sueño

Y busco la verdad
incesantemente
y sueño

Y sueño
bajo la luz del mediodía
al sueño del ensueño
al filo de la medianoche
y a la lucidez de la vigilia

me guía una luz de oro
arcángel luminoso de la infancia

Y despierto al sueño de la luz del mediodía
y busco la verdad en el espejo de agua de la vertiente del sur

Y las aguas de la vertiente del sur
puras en su origen
caen formando un gigantesco charco negro
y sucio
en el que emergen cabezas de niños mutiladas
y miradas dementes
y veo sobre la superficie verdenegrosa del agua flotar una
mandrágora cuyas bayas carnosas de color anaranjado que
contienen la verdad son arrancadas por la mano
invisible de la mentira
y en su chillido de estertor
aterrada la mandrágora por su muerte prematura
grita la verdad buscada
pero la verdad es acallada por el grito aún más alto de la mentira
y se me niega la verdad
y el sueño de la luz del mediodía
es devorado por el carcelero de las pesadillas

Y despierto al sueño del ensueño
y busco la verdad en el espejo de la tierra del sur
en la eternidad de la tierra
y me sumerjo en la tierra
y mis ojos se llenan de arenisca negra y húmeda
y me encuentro con la muerte
y descubro que la muerte no es hembra sino un andrógino que me mira pero me oculta su mirada

un andrógino que se asemeja
casi en similitud
a otro
que un día
me robó
el recobrado amor de la Caverna de Kôr
y siento que me oculta su mirada porque su mirada es la verdad
y la verdad es
muerte
pero escucho risas a mi alrededor que denotan la burla de
                                                                         (esta vez)
la trampa mortal
voces que al parecer se ríen de mi ingenuidad por creer
que la muerte
existe
y la burla me revela nuevamente la mentira
y se me niega la verdad
y el sueño del ensueño es devorado por el carcelero de las
pesadillas

Y despierto al sueño
                              del filo de la medianoche
y busco la verdad en el espejo del viento del sur
y el viento del sur murmura sordamente en mi oído
                                                                     deseo profundo -dice-
matricaria, agrimonia, agua de vertiente del sur, magnolia,
canelo, vino rojo, tierra del sur y amor
mucho amor transmutado todo en el
crepitar del fuego del sur

y reconozco en esta pócima el bálsamo de la verdad
                                                                           pero no la verdad

y el sueño del filo de la medianoche desaparece
devorado por el carcelero de las pesadillas

Y despierto al sueño de la lucidez de la vigilia en el
espejo del fuego del sur
en el purpúreo resplandor del fuego del sur
en el que crepitan con sus lenguas de llama infinitas salamandras
de piel de cobre
                        oro rojo
con vetas de malaquita
y veo entre el fuego
el nacimiento de una gigantesca ave con alas doradas
que es a la vez
                  la luz de oro
                  arcángel luminoso de la infancia
la que emprende su divino vuelo

y me guía
y me guía a través del sendero corpóreo de la verdad
y me encuentro con mi origen
                                     con el vientre materno de mi origen
y el sueño de la lucidez de la vigilia
se transforma en verdad
                                   y retorno
y ante mí se eleva
                          diamantina
la verdad
en la figura de una cadena eterna de montañas azules
                                                                               zafiro infinito
enigma
             del origen
             del inicio
             y del fin

miércoles, 13 de octubre de 2010

CON TODO RESPETO

                                                                                 

                                                                                                         


Señor Dios:
         (disculpe la hora)
le escribo así... raro y tonto
con  ingenuidad de niña o de ilusión
en una noche como esta
         al parecer más larga que otras
y después de re y re-pensar
         que la vida  no es ni  será una porquería
como dice Discépolo
para pedirle, solicitarle a usted
         que dicen es el Alto Poderoso
         (me imagino más que Obama, mucho más)
tenga la bondad, la gentileza     
de mandarme la vida

Pero una vida livianita
así como un nadar en aguas limpias
un irse despacito y sin que uno quiera
un dormirse laxo y sudoroso
un tirarse sobre el pasto
y no pelearse más contra los amarillos
                                               cansada y triste
por no haberlos transformado en verdes



  Señor, lo creo
                   a diferencia de dictadores y argentinos
un Dios justo y de una sola palabra
que cuando le dan serias razones
usted no condesciende
                   sino accede
y dice sí, cuando sí
y no cuando no
por lo cual no creo sea mucho pedir
ni tan difícil de conceder
esta justa aunque inusitada petición

Agradeciendo de antemano
después, más tarde
si usted dice que no
no sé si podré comentárselo
(las posibilidades de volvernos a encontrar
son de un 50 por ciento,
el coludo tiene también su oportunidad
gracias a vuestra divina gracia, claro)
su estimable decisión
quedando de usted para el eterno
su segura y sincera servidora




                                                                           Una poeta

martes, 5 de octubre de 2010

Sueños de una mujer alada
 
 
Suelo soñar que me alimento de ostras
únicamente
     exclusivamente
puramente
de ostras
que mi paladar es un gigantesco nicho blanco
y mi lengua un forro de terciopelo rojo
 
 
suelo soñar que soy una india joven
que tapa su desnudez con una capa blanca
que se desnuda entre los helechos
y hace el amor a cada instante
sobre el musgo húmedo
de la selva ardiente
 
 
suelo soñar que vuelo muy alto
que me pierdo y encuentro
entre nubes y rayos
que me arrastran las tempestades
que se destrozan mis brazos
al transformarse en alas
y que se atrofian mis manos
de tanto atrapar el viento
 
 
suelo soñar a veces que estoy despierta
y que miro los sueños a mi alrededor
y que cada sueño es sólo un sueño
con un personaje que no soy yo
sino una gigantesca mujer alada
 
 
suelo soñar a veces que soy feliz
y que la felicidad no es más que un sueño
un sueño corto que al despertar
me sume entera en la desventura
en la tragedia que la realidad
no es otra cosa que la gran ausencia
de esa cosa extraña
necia utopía
llamada a veces
felicidad
 
 
 

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