CANTO PRIMERO
La plegaria
¡Yallemai…! ¡
Oh Glorioso Espíritu de Künultuaen!
he desandado los siete caminos
he regresado al lugar donde reposan los huesos de mis muertos
he descifrado el enigma del monje de la montaña
he escuchado el canto divino del Hombre-Dios con rostro de malaquita
me he sumergido en la laguna sagrada a los pies del Gran Sol del Amanecer
he caminado de la mano de la Gran Machi Muerta
que me ha enseñado el camino de las caracolas
he fumado el espíritu de las hojas del tabaco que unido a mi propio espíritu
ha sanado el cuerpo de los infantes moribundos
he visto florecer la higuera en Noche de San Juan
he presenciado la muerte de mis hermanos en manos de la Mala Madre
he escuchado el llanto sin alma del mongólico
he visto la luna alumbrar mis sueños
he conocido el alma de los chilcos azules
he visto moverse el girasol
he visto fecundarse la amapola
he bebido el elíxir del recuerdo preparado en la olla de los duendes
con aguas de cedrón
canelo
raspaduras de pehuén
estragón de la generosidad
tomillo del valor
y sangre menstrual que ha abierto el gran túnel de la memoria
he bajado los Siete Escalones en tierra extraña
he luchado contra los Cuarenta Miedos
los Cuarenta Miedos enmascarados con mi propio rostro
me han encarcelado
¡Oh Poderoso Espíritu de Künultuaen!
¡Oh Poderoso Espíritu de la Libertad de mis antepasados!
¡Ayúdame!
Mi espíritu prisionero te llama
los Cuarenta Miedos me han encarcelado y tienen propio rostro
el espíritu del retumbar de mi kultrún grabado con tu nombre te llama
los Cuarenta Miedos me han encarcelado y tienen mi propio rostro
el espíritu del fuego y calor de mi fogata te llama
los Cuarenta Miedos me han encarcelado y tienen mi propio rostro
el espíritu del piñón noble hijo de la araucaria te llama
los Cuarenta Miedos enmascarados con mi propio rostro me han encarcelado
¡Yallemai…!
La plegaria
¡Yallemai…! ¡
Oh Glorioso Espíritu de Künultuaen!
he desandado los siete caminos
he regresado al lugar donde reposan los huesos de mis muertos
he descifrado el enigma del monje de la montaña
he escuchado el canto divino del Hombre-Dios con rostro de malaquita
me he sumergido en la laguna sagrada a los pies del Gran Sol del Amanecer
he caminado de la mano de la Gran Machi Muerta
que me ha enseñado el camino de las caracolas
he fumado el espíritu de las hojas del tabaco que unido a mi propio espíritu
ha sanado el cuerpo de los infantes moribundos
he visto florecer la higuera en Noche de San Juan
he presenciado la muerte de mis hermanos en manos de la Mala Madre
he escuchado el llanto sin alma del mongólico
he visto la luna alumbrar mis sueños
he conocido el alma de los chilcos azules
he visto moverse el girasol
he visto fecundarse la amapola
he bebido el elíxir del recuerdo preparado en la olla de los duendes
con aguas de cedrón
canelo
raspaduras de pehuén
estragón de la generosidad
tomillo del valor
y sangre menstrual que ha abierto el gran túnel de la memoria
he bajado los Siete Escalones en tierra extraña
he luchado contra los Cuarenta Miedos
los Cuarenta Miedos enmascarados con mi propio rostro
me han encarcelado
¡Oh Poderoso Espíritu de Künultuaen!
¡Oh Poderoso Espíritu de la Libertad de mis antepasados!
¡Ayúdame!
Mi espíritu prisionero te llama
los Cuarenta Miedos me han encarcelado y tienen propio rostro
el espíritu del retumbar de mi kultrún grabado con tu nombre te llama
los Cuarenta Miedos me han encarcelado y tienen mi propio rostro
el espíritu del fuego y calor de mi fogata te llama
los Cuarenta Miedos me han encarcelado y tienen mi propio rostro
el espíritu del piñón noble hijo de la araucaria te llama
los Cuarenta Miedos enmascarados con mi propio rostro me han encarcelado
¡Yallemai…!
–ooOoo–