El diagnóstico
Le había advertido el médico que una sola gota podía provocar la crisis, a pesar de los ya tres años, mil novecientos días o veintiséis mil doscientas horas (que eran lo mismo) sin sentir el aromático, áspero y rojizo sabor de un Chautenef du Pape.
Esa noche( más larga que otras) el deseo dominó al temor, y el hombre soñó como lenta, muy lentamente, tomaba la copa (redonda y suave como pecho de mujer) y bebía hasta el fondo el espeso y lascivo liquido color burdeos.Por la mañana , el diagnóstico implacable no admitió dudas -"Fallecimiento por paro cardíaco consecuencia de una pena de amor, agudizada por ingestión de bebida alcohólica".
Estoy paladeando tu escrito Monica con un Borgoña para celebrarlo. Es muy bueno.
ResponderEliminarGracias Roberto o Rodrigo o Arturo, ese ingenio sólo puede ser de uno de ustedes
EliminarDe ello saco mi reflexión. Que es mejor, que te cuenten una historia o mejor vivir la experiencia.
ResponderEliminarGracias.
Alfredo Vega.