Cuento cortísimo a propósito de algunas personajas y personajes muy malvados que me ha tocado conocer en los países que he vivido.
Como es de buena crianza no nombrarlos y hace bien al espíritu no recordarlos, decidí sublimar el asunto a través de este cuento.
No por ello deja de darme tristeza la maldad humana.
La Maldad
Esa gente era mala, mala, mala.
La autopsia reveló que no tenían corazón.